Los recursos que asisten la intervención con menores desempeñan un papel fundamental en la garantía de derechos y en la construcción de oportunidades de vida para Niños, Niñas y Adolescentes en situación de vulnerabilidad. Sin embargo, la investigación sobre el papel del Educador Social en estos entornos revela una serie de desafíos que exigen una respuesta inmediata y efectiva. Entre ellos, la distancia entre la formación teórica y la práctica profesional, la reducción de su labor a una función asistencialista, la carencia de recursos y herramientas adecuadas, la necesidad de fortalecer el vínculo educativo y la sobrecarga emocional de los profesionales.